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Fontán nos habla de su último disco 'Atravesar el fuego': "La canción me explica lo que me está pasando"

  • Foto del escritor: News Bemol
    News Bemol
  • 4 jul
  • 3 Min. de lectura
Fontán Atravesar el fuego
Fontán presentó hace unos meses uno de sus trabajos más personales | Instagram

La banda madrileña presentó el pasado mes de mayo su primer disco Atravesar el fuego, un disco escrito desde lo íntimo, con el que Samu y Carlos buscan encontrar la conexión en la vulnerabilidad


Hace unos meses, Fontán presentó su primer álbum de estudio, logrando definir en cada canción aún más su identidad, todo ello sin renunciar a la transformación constante e inevitable de la vida misma, tal como nos comentó Samu durante la entrevista. Unos meses después de este lanzamiento, y a pocos días de su primera actuación en un festival, desde News Bemol tuvimos la oportunidad de compartir un rato muy agradable con ellos. Este trabajo, según nos indicaron, "fue un trabajo de transición, teniendo claro que no queríamos caer en las fórmulas actuales... nosotros queríamos hacer las canciones como las sentíamos", admitiendo que este disco ha sido un punto de equilibrio.


El título de este trabajo es mucho más que una metáfora estética: es un reflejo directo del proceso emocional que vivieron durante la realización del proyecto. "A pesar de que sean canciones con mensajes introspectivos, siempre intentamos buscar esa luz al final del camino", afirma el cantante. Para la banda, hablar del dolor no es regodearse en la tristeza, sino reconocerla como parte del camino. "No me gusta eso de quedarse solo con lo bueno de lo malo, si algo te ha dolido, vívelo y súfrelo también. Solo así viene lo siguiente, que puede ser mejor". Con esta filosofía presente, Atravesar el fuego se convierte en un ritual de transformación que alcanza al oyente desde la honestidad.


Todas las canciones del disco nacen de vivencias propias de los artistas o de su entorno. Samu nos lo explicó con claridad: "Me cuesta escribir sobre cosas que no he vivido o que no he visto en mi entorno. Creo que desde ahí podemos reflejar la sinceridad". Cuando le preguntamos por el proceso creativo, especialmente en uno tan crudo como el reflejado en este disco, nos sorprendió con su respuesta: "Muchas veces empiezo a escribir sin saber por qué, y cuando la canción está medio terminada me doy cuenta de que llevaba días sin dormir por eso mismo". Esa espontaneidad les ha permitido generar una sinergia muy real con su público, una unión nacida desde la vulnerabilidad: "La canción me explica lo que me está pasando. No es algo que planifique, por eso luego me impacta cuando alguien se emociona al escucharla".


Cualquier persona que haya tenido la oportunidad de escuchar su música es consciente de la dificultad para encasillarlos en un único estilo, debido a la mezcla de influencias que los caracteriza. Desde Bruce Springsteen hasta The War on Drugs, pasando por el indie rock argentino contemporáneo, la banda ha construido una atmósfera épica y muy personal. "Nuestra banda favorita es The War on Drugs, pero también llevamos años obsesionados con el rock argentino. Creo que eso se refleja mucho en este disco", cuenta Samu. La conexión con Carlos, su compañero, es clave para ese equilibrio: "Tenemos una conexión muy guay a nivel musical. Escuchamos lo mismo todo el rato y estamos siempre recomendándonos cosas".



Lo tienen claro: el directo es el verdadero motor del proyecto. “Somos músicos de escenario. Cuando producimos una canción ya estamos imaginando cómo va a sonar en directo”, confiesa Samu. Fue en conciertos como el del Café Berlín donde sintieron, por primera vez, que ese sueño tantas veces proyectado estaba ocurriendo de verdad. “Si ves los vídeos… se nos ven las caras de decir ‘¿qué está pasando?’. Gente que no conocíamos se sabía las canciones. Es increíble”. Este crecimiento también se ha reflejado en su incorporación a festivales, compartiendo cartel con bandas como Lori Meyers o Sexy Zebras. “Estamos viviendo cosas que no nos esperábamos... y eso nos da confianza para seguir”.


Con los pies anclados en el presente pero sin dejar de mirar hacia delante, Fontán defiende crecer sin ceder el control creativo. “Hemos puesto una línea roja con el equipo: no hablar de un segundo disco todavía. Queremos vivir este proceso con calma”, subraya. El objetivo inmediato es claro: salir de Madrid, girar, tocar fuera, pero haciendo las cosas con sentido y en equilibrio, eligiendo bien fechas, ciudades y sin ceder a la presión externa. “Esto hay que hacerlo con cabeza si quieres durar años. Pero sí, tenemos muchas ganas de salir a tocar, ese es el plan”. Con dos festivales a la vista, uno esta semana, otro el veinte de septiembre, el grupo avanza con paso firme, sin perder su norte. Porque al final, como ellos mismos resumen: “Acompañar, lidiar con el camino. Esa es la esencia”.


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