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Vibrando bajo el sol: el Conexión Valladolid 7.0 celebra una edición inolvidable entre aniversarios y emociones

  • Foto del escritor: News Bemol
    News Bemol
  • 30 jun
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 3 jul

Actuación Aniversario Elefantes
Actuación aniversario de la banda Elefantes | Claudia Roldán

El festival reafirma su identidad con una propuesta ecléctica cargada de conciertos memorables y acompañado por un público emocionado y entregado


Como cada verano, el Conexión Valladolid convirtió el Pingüinos Arena (Antigua Hípica Militar) en un punto de reunión para una gran cantidad de amantes de la música en directo. A pesar del calor, acentuado por el inicio de una ola a nivel nacional, y de las amenazas de tormenta que marcaron las primeras horas del festival, el público ofreció una excelente acogida a una programación marcada por la diversidad de estilos y los aniversarios musicales. Desde los primeros acordes de Melon Diesel el viernes, hasta el cierre de Cristian Varela, el ambiente fue de celebración y unión sonora.


Pese a que cada jornada tuvo sus momentos especiales, el sábado vibró con especial intensidad. Los conciertos de Elefantes, celebrando sus treinta años de trayectoria, y Bebe, conmemorando veinte años desde su debut, dejaron momentos de gran emotividad. Elefantes ofreció un directo impecable, cargado de sensibilidad, potencia y una enorme conexión con su público. Bebe, por su parte, transformó el escenario en un lago de recuerdos de estas dos décadas, combinando la nostalgia y la fuerza en cada canción. Ambos demostraron por qué siguen siendo referentes sobre los escenarios.



La jornada también brilló con la ansiada actuación de Mikel Izal, en plena construcción de su carrera en solitario. Conectando con su público al compartir que vivió hasta los siete años en la capital castellanoleonesa y buscando posibles antiguos compañeros de clase, ofreció un repertorio que combinó nuevos temas con guiños a su pasado. Fue una actuación emocionalmente honesta, que logró que cada palabra llegase al corazón de los asistentes. Su voz, firme pero cercana, generó una atmósfera de conexión genuina, tanto entre quienes le escuchaban como entre quienes aguardaban la siguiente actuación, consolidándose como uno de los grandes hitos del fin de semana.


Posteriormente llegó una de las actuaciones más esperadas de todo el festival: la del argentino Trueno, quien convirtió el recinto en una auténtica explosión de energía, con seguidores que llevaban más de 14 horas esperándolo bajo casi 40 grados. Con su fusión de rap, bases latinas y un potente discurso social, ofreció un espectáculo que atrapó a personas de todas las generaciones. Fue su carisma y contundencia escénica lo que dejó claro por qué es una de las figuras más influyentes del panorama urbano actual. Esta gran actuación vino seguida de otras propuestas como Delaporte o Ultraligera, quienes pusieron el broche final a un sábado único y bien estructurado, cargado de música y emociones.


Destacar el sábado no da lugar a olvidar las grandes actuaciones del viernes. De la mano de Shinova, Alcalá Norte, Carlos Ares, Javi Reina o Mala Rodríguez, se volvió a demostrar la capacidad de todos ellos para dominar el escenario con su presencia y contundencia. La propuesta del festival se completó con diversas actividades paralelas, escenarios temáticos y un enfoque que prima la calidad sobre el volumen, limitando el aforo a 10.000 asistentes para garantizar una experiencia más cercana, además de contar con agua gratuita e ilimitada, aumentando el disfrute.


En su séptima edición, el Conexión Valladolid ha consolidado su lugar como uno de los festivales referentes del norte del país. Un evento que ha vuelto a demostrar su firme apuesta por la diversidad musical, el cuidado del entorno y la conexión real con el público. Entre conciertos cargados de grandes momentos, aniversarios históricos y artistas que brillaron con luz propia, la conexión fue auténtica y especial. Como cierre final, el Súper Cristongo XXL del domingo volvió a ofrecer una de las fiestas más esperadas, cargada de color y sorpresas, extendiendo la energía del fin de semana más allá de los grandes nombres del cartel y dejando una huella imborrable en todos los asistentes.


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