Con un enfoque cercano y sincero, el cantante ofreció una mezcla de sus últimas novedades con sus éxitos más clásicos
La música, como la vida misma, consiste en avanzar, retroceder, aprender y descubrir. Recientemente hablábamos de Andrés Koi, un cantante que ha renacido al reconectar consigo mismo a través de las canciones, tras haber terminado su etapa como cantante de Dvicio. Su trayectoria ha ido evolucionando: primero fue un single, luego un disco y, ahora, es una gira que le va a permitir volver a encontrarse con ese público que tanto le había echado de menos.
El pasado sábado 28, en la Sala Porta Caeli de Valladolid tuvimos la oportunidad de ver esta nueva etapa de la vida profesional de Andrés Cebalos. “Buscaba algo que me permitiese volver a conectar conmigo”, declaraba emocionado al inicio del concierto, mientras explicaba la razón por la cual había decidido romper con las “reglas tradicionales de hacer conciertos”. Añadió: “es muy fácil elegir ir a un concierto multitudinario, sin embargo, estar aquí es una muestra de vuestra personalidad. Gracias por elegirme en este sábado noche”.
Esta ruptura de normas convencionales se hizo evidente cuando el cantante en ningún momento se subió a la tarima que lo esperaba al fondo de la sala. En su lugar, Andrés Ceballos y su equipo montaron un espacio diferente, en medio de la pista, creando una atmósfera familiar que permitió una conexión más íntima con su público.
El nuevo escenario que contaba varias guitarras, un piano, pedales de modulación, trasnformó la experiencia musical en algo cercano y personal. Cuando preguntó al público si sabían a lo que venían, después del cambio anunciado en sus redes sociales, un “no” unánime resonó, evidenciando la gran expectativa, y confianza en el cantante, que había entre todos los allí presentes.
Sobre el repertorio hubo una gran variedad. Evidentemente, muchas de las canciones pertenecían a los trabajos individuales del cantante recogidos en su último álbum de estudio AIJAG, pero eso no impidió que algunos de los clásicos con los que el cantante se dio a conocer en su estancia con la banda Dvicio fueran interpretados, sacando sonrisas, lágrimas de añoranza y bailes de muchos de los allí presentes.
Momentos inolvidables se vivieron cuando el intérprete dividió al público en voces para hacer un acompañamiento coral que acabo resonando con gran personalidad. El instante más enternecedor de la noche se vivió justo con la última canción, momento en que el cantante madrileño se percató que justo de frente a él había un niño que le miraba con gran ilusión en todas sus interpretaciones. Oliver, se convirtió en el director de una orquesta de voces que acompañó al cantante en su última interpretación.
Este concierto permitió evidenciar que la música se puede disfrutar en todos los formatos, desde grandes y multitudinarios estadios hasta lugares mucho más recogidos en los que puedes llegar a sentarte cómodamente con una banqueta y disfrutar de tus canciones preferidas. El Koi Tour es esa oportunidad de comprobación, algo que ya podéis ver en el portfolio del evento disponible en nuestro perfil.
La gira acaba de comenzar, por lo que aún queda la oportunidad de vivir esta gran experiencia en las siguientes fechas, todas las entradas ya se encuentran disponibles:
10 octubre- Sala Bikini- Barcelona
18 octubre- Playa Club Coruña- A Coruña
19 octubre- Tribeca Oviedo- Oviedo
26 octubre – Buenos Aires
7 noviembre- Sala Malandar- Sevilla
14 noviembre- Sala Trinchera- Málaga
22 noviembre- La Sala (WiZink Center) – Madrid
26 noviembre- Lunario Auditorio Nacional- México
Comments